parados en los límites
de un esqueleto rígido que estorba,
soportando verdades inútiles,
construyendo el sabor
de una absoluta soledad doméstica,
sufriendo en el espíritu
esa osmosis global
del tedio y la esperanza,
vulgarmente contentos,
despoblados y lúcidos
y obligados a usar
una aridez endógena
untada de minutos
Poema del libro de Miguel Sánchez Robles ¿Dónde andará la vida?, publicado sin su permiso