domingo, junio 06, 2010

El imbécil

Al mostrador de la biblioteca se acercó un cincuentón elegante con mirada huidiza, y tras señalar con el dedo a la mujer que le acompañaba, (de aspecto triste, apocado), y seguidamente al suelo, (quedándose al instante la mujer parada en el punto del suelo que él había señalado); sin mirarme a los ojos me dijo, "quiero sacar en préstamo este libro". Yo le hice la operación de préstamo y le devolví el libro con una hoja en el interior con información sobre un un taller de lectura; el individuo miró la hoja, la sacó y entonces sí me miró a los ojos... ¿qué es esto?, _información sobre un taller de lectura_, le dije, a lo que me respondió dejando el papel sobre el mostrador con desprecio, -¿no será una de esas cosas que hacen los sociatas, una de esas cosas que se le ourren al rojo de Zapataro?-... No contesté al momento porque no me esperaba ese comentario; tras tres segundos en los que estuve mirando boquiabierto al hombre a los ojos, cogí el papel que él había dejado aterrizar sobre el mostrador desde veinte centímetros de altura, lo puse en su montón correpondiente y volviendo a mis cosas le dije "tan sólo es un taller de lectura, buenas tardes"... el hombre murmuró entre diente "...estas son cosas del rojo de Zapatero..."

A mí me extrañaron dos cosas, la primera fue que cómo es posible que existieran todavía este tipo de personas, y la segunda fue que cómo es posible que aún haya alguien que vea en Zapatero a "un rojo"



Bitácora anarquista de literatura, desfases, opiniones, anecdotarios, y demás adentros que se echen afuera. El Perro apoya al pueblo en cualquier acción de respuesta que por justicia ejerza. Que explote la bomba.