sábado, noviembre 19, 2011

Iglú




... Parece ser que alguien, en un contexto controvertido, dijo en voz alta:

Hubo una vez uno que construyó un iglú para refugiarse de una tormenta polar mortal... sólo allí dentro del iglú que construyó se halló seguro pero algo hizo mal, porque cada vez que respiraba el vaho salido de su boca, éste se congelaba en las paredes del pequeño habitáculo, haciéndolo cada vez más ruín y pequeño... pasadas unas horas, si respiraba moría de aplastamiento, si no respiraba moría de axfisia...

Dicho esto quedamos todos prendidos de una dulce pausa anodina y empezamos a rascarnos los bolsillos con aspavientos...

¡Ya estamos con los aspavientos!, dijo el del iglú, y seguimos con lo nuestro como quien deja atrás un bonito rincón de paisaje en la autopista.

viernes, noviembre 04, 2011

¡Que hay una ley moral!



No, no está mal esa gente que se divierte, que disfruta, que viaja, que jode, que lucha_ no están locos, pues la verdad es que querríamos hacerlo nosotros.


Si en todas las cosas triunfa la insistencia, ¿por qué no también en esta?

... Y no es un delito, no es un pecado, no es ni siquiera una incorrección: es una cosita que se hace, que no remuerde, como aplastar un mosquito.

Alegres. ¡Que hay una ley moral!

Cesare Pavese. El oficio de vivir

Bitácora anarquista de literatura, desfases, opiniones, anecdotarios, y demás adentros que se echen afuera. El Perro apoya al pueblo en cualquier acción de respuesta que por justicia ejerza. Que explote la bomba.