lunes, febrero 28, 2005

Por fin, ¡un Papa mudo!

Es inexorable, se acerca, el Papa de Roma va muriendo, ya ha muerto su voz, y seguramente tenga incontiencias de todo tipo, ¡benditas sean las monjitas que lo asean!. El Papa morirá y entonces vendrá a mi memoria la muerte de su antecesor, ... Aún recuerdo de forma entrañable cuando murió, ¿asesinado?, el Cardenal Albino Luciani, Juan Pablo I. Yo andaba jugando en la plaza de mi pueblo, era un niño, y a esto vi llegar con cara de susto y con marcas de haber llorado a un buen amigo mío. Todos lo rodeamos para que nos explicara su estado, y esto nos dijo:

Amigos, traigo un susto en el cuerpo, ¡mi hermana es imbécil!. Estaba durmiendo la siesta y de pronto la muy idiota entra en mi habitación y se abalanza sobre mí, y entre sollozos empieza a moverme. Me levanto sobresaltadísimo y le pregunto, ¿qué sucede, qué te pasa?, !cuenta¡, y ella casi sin poder hablar, embargada por una terrible pena me balbucea: el papa a muerto, el papa ha muerto... Oh, me he levantado de la cama de un salto y he ido esacaleras abajo conmocionado gritando ¡no, papá, no...!, y al entrar en la sala veo a toda la familia bajo las faldas de la mesa camilla, calentitos con el brasero viendo la tele. Joder, ¡el Papa ha muerto!, ¿y a mi qué?, la muy beata me ha dado un susto de muerte, ... Anda que no se ha reído mi padre de mí. ¡Maldita idiota!

jueves, febrero 24, 2005

Política de hechos consumados contra la política de hechos consumados


Hechos consumados Posted by Hello

Un día, estando en una terraza vi pasar a un conocido que hacía mucho tiempo no trataba, le llamé y nos pusimos a hablar. Enseguida empezamos con la charla ritual de aproximación, ¿cómo estás?, ¿dónde vives?, ¿en qué trabajas?, (nos saltamos lo de ¿tienes niños?). Con el asunto del trabajo mi amigo sonrió y espetó con voz sonora,... negocios, me dedico a hacer negocios. Yo insistí, ¿qué tipo de negocios?. Me respondió que de todo tipo, que invertía, pero que ahora estaba inmerso en uno muy gordo, estaba levantando un campo de golf en una zona que yo bien conocía, pues era una sierra en la que jugaba de pequeño, un espacio por cierto, ¡¡¿protegido?!!!. Y ante mi asombro, cuando le comenté que el espacio que había deforestando y en el que estaba construyendo era protegido, él me repondió: ¿Y qué?. Mira, los negocios se hacen y después se regularizan, y si se ha de cambiar una ley se cambia para que el negocio prospere, ¿me entiendes?, si no fuera así casi no se podría hacer nada, a eso se llama política de hechos consumados. Mi pensamiento enseguida fue, ¿pero seré idiota?, toda la vida cumpliendo la ley... Y es que también puedo yo consumar hechos, que muerto el perro se acabó la rabia.

miércoles, febrero 23, 2005

La madre del mundo


El Cairo. La ciudad esdrújula Posted by Hello

La ciudad de El Cairo es caótica. La ciudad no duerme, el bullicio es constante de noche y de día, el tránsito de vehículos es extremadamente veloz y sin orden, y oprime a los transeuntes de las abarrotadas calles. La comunicación entre los coches para poder circular es por medio del claxon, y el ruido del motor, el de las bocinas eléctricas, los gritos de los vendedores y las llamadas al rezo, sin orden, sin orden, sin orden; hacen que el visitante esté en constante estado de choque, y tal excitación le produzca unas ansias por andar, crear, hablar, sumarse al ruido, sumarse al vértigo para crear más vértigo.

Los cairotas son lúcidos, tremendos tertulianos, inteligentes, con una mirada limpia y segura, que ante el caos te dicen lo entiendo todo, embrujando, con el humo de una shisha, desde un café donde dejar la vida. En ellos se mezclan el aceite y el agua.

La ciudad de El Cairo es pícara, tiene sus cortes de los milagros, donde al manco le crece la mano, el ciego recupera la vista, el niño que llora dolorido sonríe resabido y el mugriento se lava. Por el entramado de las callejuelas de Khan el Khalili andan los tullidos, y en sus alrededores, despues de recorrer callejuelas estrechas, damos con sus reinos donde se da el milagro de la curación.

En la ciudad de El Cairo hay uno de los lugares del mundo más tétricos, la ciudad de los muertos, que ya se ha convertido en uno de los lugares preferidos para el turismo sádico y pervertido. Esta ciudad, la componen dos cementerios gemelos, (en donde reposan algunos reyes mamemlucos), devorados por la superpoblación. En 1956 la aviación franco-británica bombardeó Port Said aplastándolo, los supervivientes, para seguir viviendo, andaron en una marcha patética hasta El Cairo, donde por no haber techo bajo el que dormir, acabaron instalándose en los cementerios, tras llegar a un acuerdo con las familias dueñas de las tumbas-casas, por el que si los inquilinos ciudaban las instalaciones podían quedarse en ellas. Con el paso de los años, la pobreza junto con el tremendo problema urbanístico de la ciudad, ha hecho que en la actualidad, más de medio millón de personas habiten los cementerios, que tienen agua y luz, parada de autobús, tiendas de alimentación, talleres... Lugar que se ha convertido en una de los más tétricos del mundo, donde el desastre obliga a los vivos a convivir con los muertos, en un infierno en ciernes.

martes, febrero 22, 2005

lunes, febrero 21, 2005

EL NACIMIENTO DE LA DESPRENDEDORA DE CORNISAS III: EL DESPRENDIMIENTO

¡Ah!, ¡por ahí viene!, ¡miradla!. Se me aproxima, se cruzará conmigo. ¿Y tendré que pasar a su lado sin más otra vez?. ¿Tendré que soportar su olor, sentir su mirada de arpía?. ¡No!, ¡de hoy no pasa!.

Se me aproxima y hoy va a recibir un fuerte puñetazo en la nuca, y eso le va a doler más que nada en el mundo. Ya está aquí, le daré un fortísimo puñetazo en su nuca de idiota y dará con su cuerpo pequeño envuelto en piel en el suelo, y cuando se le quite el aturdimiento allí estaré yo para susurrarle idiota. Ahí llega.

¡¿Qué he hecho?, ¿pero qué he hecho?!. Al pasar frente a mí me he apartado y le he dado las buenas tardes. Soy cobarde, soy idiota, …, estoy tan sometida como todos.

¡No, no, no!, esto no va a quedar así, iré detrás de ella. Ajá, a ver, reflexionemos. Si le doy un golpe en la nuca sin más en medio de la calle, puede ser que me detengan, que ella me denuncie por agresión, que le tenga que pagar una multa y que el escarnio sea público, que salga en la prensa como noticia, que se enteren en la oficina, que me hagan burla y burla y burla… No puedo hacerlo así. No obstante mientras pienso la sigo, porque una cosa está clara, de hoy no pasa que ese gorrión reciba su merecido.

A ver. Sí, se me ocurre perseguirla hasta que llegue a su casa, porque tarde o temprano irá a su casa. Entonces ponerme una máscara, llamar al timbre de su puerta y cuando abra la puerta, ¡pum!, darle un fuerte puñetazo en su cara de idiota. Como seguro que se desmaya, le quitaré la ropa, la envolveré en una manta, la meteré en un carro de la compra, iré con el carro hasta la plaza y allí la dejaré desnuda, me alejaré unos pasos y empezaré a gritar sorprendida llamando la atención sobre ella. Cuando todo el mundo la rodee y la vea, como un higo arrugado en el suelo, y cuando ella se despierte y se vea en ese estado y situación, su cara altanera se trasformará y sufrirá y sufrirá.

Ya me imagino a todos riéndose mientras ella se retuerce en el suelo tapándose con sus pezuñas pequeñas su asqueroso sexo y sus pequeños pechos, porque parece un barril en vez de una persona, es un barril lleno de cieno. Y ahí no va a acabar todo, cuando esté en su casa tomaré nota de su teléfono y durante todos los días que me queden de vida la llamaré por las mañanas para gritarle ¡eres imbécil! y después colgar. Sólo si un día la viera pasear con otra cara, con una cara de dolor, sólo entonces, a lo mejor la pararía en la calle y le diría: todo el daño que tienes te lo he hecho yo y tú sabes porqué; y si ella me pidiera disculpas, sólo entonces la dejaría en paz. Sí, eso voy a hacer.

La sigo, por ahí va contorneándose, mirando todo con superioridad. Mírala, mira como aprieta su bolso contra su cuerpo, barril de cieno, al pasar delante de esos dos jóvenes desarrapados, se cree mejor que ellos, ojalá le roben y la humillen antes de que lo haga yo, así recibirá doble ración contra su soberbia.

¡Ah!, ¿pero qué hacéis?. Danos todo lo que lleves encima. Pero por qué me atracáis a mí, ¿no habéis visto a la imbécil del bolso?. No nos hagas enfadar, no tenemos nada que perder… Vale, yo tampoco. Les doy mi cartera y el reloj. ¡Maldita puerca!, mira cómo se ríe. ¡Me atracan y ella sigue andando balanceándose sobre sus tacones y mirándolo todo por encima del hombro!, se va a enterar.

La sigo, la sigo, tarde o temprano irá a su casa. Dobla la esquina… ¡que estruendo!, ¿qué ha sucedido?. ¡Oh!, se le ha caído la cornisa del banco donde iba a entrar encima, ¡ja!, la cornisa la ha aplastado. Bien cornisa, has hecho justicia.

Miro al cielo, enmarcado por las cornisas de estos altos edificios y sí, jamás tiraron estos titanes justicieros ninguna cornisa sobre mí, ellos me respetan. ¿Y si a partir de ahora subiera a las azoteas con unos prismáticos y un mazo, y al divisar a alguien que lo mereciera le hiciera caer una cornisa encima, y si lo hiciera?.

EL NACIMIENTO DE LA DESPRENDEDORA DE CORNISAS II: PANACEA HOLDING

¿Qué hora es a todo esto?. Oh, son ya las cinco. Llegaré tarde de nuevo al trabajo, todos habrán tomado café juntitos, todos juntos, y se habrán hermanado más comentándose cosas íntimas, haciéndose más y más piña el grupo, hasta que cada uno desconozca si su pié es suyo o el de su amigo. Y luego apareceré yo, tarde, y me mirarán mal y chismorrearán a mi paso y alguno habrá dejado una nota encima de mi mesa insultándome. Loca. Mostraré como siempre mi mal humor y mi desprecio a todo el que me dirija la palabra, a mis compañeros, pero cumpliré órdenes como ellos, me pondré en la maldita centralita y contestaré amablemente las consultas de los clientes de la empresa. Panacea Holding, le atiende Margarita, ¿en que puedo servirle?.

Sé que todos me desprecian, soy consciente de que con mi actitud no llego a ningún sitio, que me consume el odio, que cumplo órdenes como todos. Y es que no obstante no soy más que nadie, pero ser consciente de la fatuidad de la vida y ver a todos tan contentos me consume.

Sé que cumplo órdenes, que todos se ríen de mí cuando me doy la vuelta e incluso en mi cara, sé que no me respetan. Pero lo que más me fastidia es que luego digan que el empleado de la gasolinera es una buena persona. ¿Qué tiene él para que lo miréis con respeto?. Es una persona feliz que no hace daño a nadie. Pues a mí sí, a mí sí me hace daño, me desespera. ¿Y que nos importa a nosotros lo que tú pienses, por que tenemos que sufrirte?. Pues por que estáis delante de mis ojos, os veo, os huelo, os oigo y me arrastráis en vuestra asquerosa, muda y brutal mansedumbre. ¡Idiotas todos!.

¡Qué estúpida es mi existencia!. Estoy pensando en todo esto, torturándome, mientras voy hacia mi trabajo, mientras camino por la misma calle de todos los días, calle triste, yendo debajo de las copas de los árboles desde donde los pájaros, libres, nos lanzan sus inmundicias, paseando entre gente que va y viene, entra y sale, reconfortada, sin espíritu. Camino viendo sus caras y ¡oh!, ¡cómo odio muchas de esas caras!. Caras de gente feliz, de gente idiota. Sobre todo una cara. Es la de una mujer de unos cincuenta años que lleva siempre encima un abriguillo de piel. ¡Siempre!, en verano lo lleva colgado del brazo, siempre lleva su maldito abrigo de piel. Va maquillada de una forma insultante, es un maquillaje característico de ese tipo de gente altanera y condescendiente, ¡cómo si fuera alguien especial!; es, es un maquillaje que sirve para lo que sirven los galones en el uniforme de un militar, para que la gente se de cuenta de su rango, del rango que la mujercilla ocupa en el mundo de la estupidez. Y va siempre sonriendo y demuestra tal insufrible altanería con su maldito abrigo de piel, su horrendo maquillaje y sus andares de chihuahua, que dan ganas de darle un fuerte puñetazo en la nuca al pasar a su lado.

EL NACIMIENTO DE LA DESPRENDEDORA DE CORNISAS I: PLANTEAMIENTO

¿Qué necesidad tengo de ser buena o de ser mala?, ¿quién es el JUSTO que mide la bondad y qué oscuros fines tiene esa bondad consensuada?, ¿por qué he de ser catapultada yo también hacia la misma bolsa, el mismo saco?. ¿Qué es eso de que al fin y al cabo todos somos iguales?, ¿quién se lo cree?, ¿y por qué soportar la injusticia como un mal menor o necesario y no perseguirla y luchar contra ella con rencor, en vez de buscar soluciones razonables a los problemas?; porque, ¿qué es lo razonable?, ¡¿lo consensuado?!, ¡venga ya!.

Yo soy una mujer odiada por los demás y por mí misma, ¡me odio!. Sí, y no soporto los momentos de felicidad que la vida irremediablemente me brinda, y cuando soy consciente de la felicidad, porque he desatendido mi conducta, cuando noto la despreocupación y el bienestar en mi entorno, entonces, luchando contra ello con todas mis fuerzas exploto y empiezo a blasfemar, a gritar y a insultar a los que están a mi alrededor; siendo que en más de una ocasión me han dado una paliza como respuesta a mis arrebatos de odio que los demás creen injustificados, pero aún sangrando y en el suelo he sonreído con sarcasmo elevándome mil veces por encima de mis agresores. No hago esto por que desprecie la vida o me escueza, no, muy al contrario; el caso es que estoy unida a la vida visceralmente y con la misma visceralidad la defiendo, con rabia y sin escrúpulos, purificándola de banalidades e injusticias que la deforman y la hacen estúpida o mala. Sí, también soy rencorosa.

Pero no, no, no, no es verdad. Sufro mil humillaciones y no tengo valor para rebelarme, y muestro mi desprecio sólo a quienes están ya tan destruidos que ni escupiéndoles se sienten ofendidos, sí, hasta muestro mi desprecio de una manera cobarde. Y, ¿por qué entonces soy tan orgullosa si vendo a tan bajo precio mi dignidad?. No lo sé, por otro lado, ¿qué he de perder si dejo toda la miseria que me entierra en vida y descargo mi rencor sobre todo y todos?.

A veces pienso si mi angustia no será la angustia de todos, a veces pienso en la estima en la que se tienen la mayoría de los hombres, siendo como son tan sólo lombrices. Reconozco que también pienso en ocasiones en por qué no me dejo llevar yo también por las riendas de la vida, abandonarme y sonreír, rebozándome en la molicie idiota y dejándome calar por la estupidez hasta que ésta, minándola, deshaga la razón. Pero sé el porqué, precisamente por que soy consciente de mí como ser y no de mí como parte de un ser, y creo que la vida sólo tiene sentido para cada uno de nosotros y no se puede dar a la turba, dejarla ser sólo como parte de la turba, haciendo que todo tenga sentido tan sólo en lo consensuado. No, yo eso no puedo soportarlo, y no sé cómo se puede ser feliz si nada más nacer te encuentras con un volante entre las manos, a doscientos por hora y conduciendo por una maldita autopista abarrotada de automovilistas de todas las clases. ¡Y nadie se pregunta nada!, ¡a nadie le importa nada!. ¿Existen entonces hombre tan zafios que desconozcan en qué estado de humillación viven?. Desde luego que sí, y a esos hombres habría que darles bofetadas de realidad, una tras otra, no dejarles tranquilos hasta que dejen su abandono y sean conscientes de sí mismos. ¡Malditos sean!.
¿Pero qué hago yo para remediar mi situación si al revolverme como una loca sólo cavo más mi fosa, haciéndola más profunda, más oscura y más fría?.

miércoles, febrero 16, 2005

Qui JoTa Ke

Este año se celebra el IV Centenario de Don Quijote. Ayuntamientos, Diputaciones y demás entes administrativos han motivado a sus trabjadores del campo de la cultura para que desarrollen actos para la celebración del centenario, promocionandose a la vez las instituciones, con la fórmula YO hago algo, donde es más importante el Yo que lo que se hace. No obstante la excusa para lucirse es buena, por lo menos no celebran el ¿centenario? de Norma Duval, (que todo llega). Y en esto estamos, llenando las bibliotecas de molinos, los centros sociales de quijotitos de cartón, los colegios de dibujos sobre el tema, etcétera, pero con una naturalidad tan absurda, que la excesiva inducción a celebrar dicho acto está haciendo que celebrar el centenario de Don Quijote sea más celebrar un centenario que celebrar el argumento del centenario. Y es que creo que abundan mucho los continentes sin contenido. Después de decir estas cosas lo suyo es proponer cómo se debiera celebrar el IV Centenario de Don Quijote. Bien... creo que es bueno que se use también el IV centenario para animar al pueblo a desfacer entuertos, como el del barrio del Carmel en Barcelona exigiendo justicia, defender a las damas, como Rihab Taha y Huda Salih Mahdi Amash, detenidas y presas por el ejército norteamericano en 2003, acusadas de desarrollar el programa de ¿armas biológicas? de Sadam Husein, y en definitiva, armarnos de razón y promover la justicia cada uno, con su rocinante y su lanza, dejando a Sancho en paz, que no queremos que nos sirva nadie.

JO TA KE

Constitución de la injusticia y la desigualdad

Un sistema legal puede generar justicia. Pero también ausencia de justicia y una gran inseguridad jurídica. Este es el caso de las constituciones de los países donde la economía de mercado rige las relaciones sociales y exige la homogeneización radical de todas las identidades, como mercancías, bajo el dominio exclusivo y excluyente del beneficio económico.

El derecho es un ordenamiento normativo de la conducta de las personas en la sociedad. Un orden es un conjunto de normas. El derecho, por lo tanto, no es una norma sino un conjunto de normas integradas en un sistema supuestamente armónico. La mirada a una norma aislada impide comprender la naturaleza del derecho. El derecho es la ley justa, pero la justicia de una ley no solo depende de la forma de su aplicación, sino también de la relación entre dicha ley, el resto de las leyes del sistema legal y sus efectos de justicia o injusticia en la sociedad.Un sistema legal puede generar justicia. Pero también ausencia de justicia y una gran inseguridad jurídica. Este es el caso de las constituciones de los países donde la economía de mercado rige las relaciones sociales y exige la homogeneización radical de todas las identidades, como mercancías, bajo el dominio exclusivo y excluyente del beneficio económico. España es uno de estos casos. La Constitución Europea impulsa la generalización de esta lógica que subordina la política a la economía.Además de los derechos no reconocidos o expresamente negados, como es el caso, tanto en la Constitución Europea como en la Española, del derecho de autodeterminación, hay numerosos preceptos constitucionales, normalmente vinculados a los derechos sociales que, simplemente, no se cumplen. La lectura de políticos y juristas acerca de estas situaciones de privación masiva y estructural de derechos y libertades, convierte en algo natural dicha privación y con ello, naturaliza el derecho de los más fuertes y la inseguridad jurídica de los más débiles. El derecho del más fuerte se presenta bajo la forma de Estado de Derecho y la ley del Imperio como el imperio de la ley. Los mecanismos que permiten la ilegalidad y la injusticia de hecho, sin eliminar formalmente el derecho son:
a) La aplicación abstracta y descontextualizada de la ley,
b) La desigualdad, en la ley y ante la ley.,
c) La igualdad formal de sujetos desiguales, porque el tratamiento legal igualitario de sujetos socialmente desiguales, sirve para reproducir la desigualdad.

Un estado de derecho no solo requiere el imperio de la ley sino, además, que la ley sea justa. Sin tender a equilibrar los desequilibrios e igualar a los desiguales, la ley no puede ser justa y por lo tanto, no es derecho. Un caso paradigmático es la tendencial disolución del derecho del trabajo. Esta rama del derecho, es producto de la lucha revolucionaria del movimiento obrero durante generaciones. El derecho del trabajo es una anomalía del Código Civil que regula la convivencia social desde el paradigma de la igualdad y la libertad formal de los individuos. El derecho del trabajo protege a la parte más débil de la relación salarial, los trabajadores y trabajadoras, frente a la parte más fuerte el capital, los empresarios. La desregulación legal de la relación salarial, deja la protección jurídica de los trabajadores en manos del mercado. La desigualdad y la indefensión de los trabajadores, ante el capital, sometidos al estado de necesidad de los contrataos precarios y el paro, supone una involución política que se legitima con el regreso teórico al paradigma liberal del código civil, que considera a todos los sujetos jurídicos como iguales, libres y propietarios.

Este proceso es el que legaliza la C.E. Quien vote Sí en el Referéndum, luego no tendrá derecho a quejarse de la que están preparando los que nos piden el Sí. En primavera, CCOO, UGT, CEOE y el gobierno del PSOE pondrán sobre la mesa, en nombre de Europa, diversas medidas: 1) en defensa del empleo estable (recordemos la reforma del 97 en la que un contrato indefinido de 2ª categoría establecía una indemnización más baja por despido improcedente), 2) Aumento del periodo de cotización para tener derecho a pensión de jubilación, 3) El gobierno, por su cuenta, legislará, previo acuerdo con los agentes sociales, para vincular los salarios a la productividad, 4) Como contrapeso, se creará una red de protección a personas dependientes.La oferta de trabajo basura estable e indefinido, sitúa la precariedad de masas como condición de la ciudadanía. Esta lógica social se asemeja a la leyenda que enmarcaba el ingreso en el campo de Auschwitz: “El trabajo os hará libres”. El Auschwitz nuestro de cada día, esta vez producido por la versión “democrática” del capitalismo. Lo tenemos en los 3 millones de muertos de sida y el millón de muertos de paludismo anuales, por no tener con que pagar los tratamientos y vacunas en manos de las multinacionales farmacéuticas. Los muertos y lisiados por accidentes de trabajo y accidentes de tráfico, las víctimas de las guerras preventivas y las ocupaciones, legalizadas a posteriori por la ONU. En un mundo humanista de palabra, imperan las relaciones más inhumanas de la historia de la humanidad.Para que estemos en un estado de derecho es necesario cambiar la Constitución en varios sentidos:
1º) Modificar sus principios antidemocráticos. No es admisible, en términos de justicia constitucional el artículo 2 de la Constitución Española y el artículo 5.1 de la Parte I de la Constitución Europea que proclaman, respectivamente, “la indisoluble unidad de España” y la intangibilidad de las fronteras, excluyendo de forma explícita el derecho de autodeterminación. Esta profunda anomalía democrática es la causa principal del drama vasco,
2º) Imponiendo la necesidad de su coherencia con los hechos. No es admisible afirmar la dignidad de la persona, el trabajo, el salario, la protección social, la vivienda, la libertad de asociación, expresión y sufragio y violarlos en la práctica y de forma continuada para la mayoría de la población,
3º) Adaptar el procedimiento de Reforma Constitucional a fórmulas más democráticas. La reforma es la base lógica e histórica de la justicia constitucional. Sin reforma libre y democrática de la constitución, no hay justicia constitucional. Estos cambios no los harán los autores de la “Constitución” del capital. Requieren el poder constituyente de los excluidos y perjudicados que impongan la constitución de los derechos humanos, la protección social, el apoyo mutuo y la democracia frente a la dictadura parlamentaria del capital. EN DEFENSA DE LOS DERECHOS SOCIALES, LA DEMOCRACIA Y EL DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN. NO A LA CONSTITUCIÓN EUROPEA. LO QUE MAS LES DUELE: NO VAYAS A VOTAR.

Nota: Este artículo forma parte del libro: “Constitución(es). Autodeterminación(es). Movimiento Antiglobalización.”, de próxima salida. Otros materiales: en la web del CAES www.nodo50.org/caes

martes, febrero 15, 2005

sobre la dignidad del robo

Si recorremos la antigüedad, veremos que el robo era tolerado y recompensado en todas las repúblicas de Grecia; Esparta y Lacedemonia lo favorecían abiertamente; algunos otros pueblos lo consideraban una virtud de guerra; lo cierto es que fomenta el valor, la fuerza, la habilidad, en una palabra, todas las virtudes útiles a un gobierno republicano y al nuestro en consecuencia. Me atrevería a preguntar ahora, sin parcialidad, si el robo, cuyo efecto es repartir equitativamente la riqueza, puede ser considerado un gran daño por un gobierno cuyo propósito es la igualdad. ¡Claro que no!. Por un lado, mantiene la igualdad, y por otro nos vuelve más cuidadosos en la conservación de nuestros bienes. En cierto pueblo castigaban, no al ladrón, sino al que se había dejado robar, para enseñarle a cuidar sus propiedades.

Marqués de Sade. La filosofía del tocador. 1795

lunes, febrero 14, 2005

Entrevista al inventor de la rueda I

Pregunta: Es usted el inventor de la rueda, patentó su invento y en pocos años se ha convertido en el hombre más rico del mundo. Mi pregunta es, ¿cómo dio con tan revolucionario invento?, ¿cuánto tiempo le llevó construirlo?.

Respuesta: Gracias y sí, si soy rico, todo hay que decirlo. En cuanto al esfuerzo que tuve que hacer para inventar la rueda fue sólo el esfuerzo que constituye la observación del universo. Me di cuenta desde pequeño que había cosas redondas: planetas, yemas de los huevos, las oes, los frutos, piedras y precisamente, estando yo un día tumbado bajo un naranjo en una pendiente, vi como caía una naranja del árbol y cómo esta rodó por la pendiente y ¡zas!, me dije, ¡la rueda!. Enseguida fui a casa, le quité los cubos al coche y puse en sus ejes unas ruedas rudimentarias que hice con madera y ¡qué cambio oiga!, el coche no subía y bajaba constantemente al andar sino que se deslizaba sobre la calzada, pues como usted sabe, la rueda no tiene aristas. En fin, la verdad, es que no sé como nadie se percató de la existencia ya en la naturaleza de la rueda y construyera un artefacto similar para el disfrute del hombre, … Fíjese lo que le digo, yo sólo desentrañé el universo, y es que pienso que todo está inventado por la naturaleza y sólo hay que humanizar lo que ya hay.

P: Bien. Otra cuestión. Su invento ha trascendido como sabe a otros ámbitos más allá de su uso para el trasporte, estoy hablando de la rueda de reconocimiento de la policía. Práctica ésta, que organizaciones de derechos humanos aborrecen y que en cierta medida le responsabilizan a usted como creador de la rueda.

R: Sí, es cierto… Pero, tenga usted en cuenta que la rueda es, es, ¿cómo diríamos?, …, inocua, sí, inocua, no tiene sabor, no tiene maldad en sí misma, y claro, el uso pernicioso para la humanidad que se pueda hacer con ella, pues oiga usted, es responsabilidad de quien haga ese mal uso. Repito, yo sólo saqué a la luz lo que ya estaba en la naturaleza. A mi favor también se podría decir que los dados, deporte universal muy relacionado con las apuestas, están siendo desbancados por el fútbol, el tenis, etcétera, deportes que a raíz del invento de la rueda y por ende, de la pelota, están en auge, y que son fuente de salud para los jóvenes. Y le digo más, que yo sepa, la expresión que está en la calle para explicar que algo ha salido bien es “ha salido redondo”, ¿o no?; y es que sólo se echan en cara las cosas malas, oiga.

P: Yo sólo le hago las preguntas que considero que la gente le haría, de verdad que personalmente le admiro y no le echaría en cara el asunto del uso policial de su invento.

R: Se lo agradezco.

P: Ni el de las ruedas de reconocimiento ni tampoco lo de las pelotas de goma usadas como armas para desmontar manifestaciones ilegales, que por cierto el otro día le costó un ojo a un joven. Aunque reconozco que es menos dañino que los cubos de goma, que si impactaban por la superficie plana bien, pero las aristas…

R: Vaya que sí.

Frente a África

Tener una patria es bueno,
es dulce la modorra bajo el propio techo,
niños, jardín y perro. Pero, ay,
apenas has reposado del último vagabundeo,
cuando la distancia ya renueva sus seducciones.
Mejor sufrir añoranza
y vivir a solas con la nostalgia
bajo las altas estrellas.
Sólo puede poseer y reposar aquel
cuyo corazón late sereno;
en cambio, el viajero arrastra penurias y dificultades
con una esperanza siempre defraudada.
Todos los tormentos del viaje son en verdad más llevaderos,
más simples que encontrar sosiego en el valle natal,
donde en medio de alegrías y preocupaciones secretas
sólo el sabio sabe construir su felicidad.
Yo prefiero buscar y nunca encontrar,
antes que atarme a las restricciones y al calor de lo cercano.
Pues aún siendo feliz puedo ser unicamente un convidado
y nunca un ciudadano de la tierra.

(Hermann Hesse, Aus Indien, 1913)

viernes, febrero 11, 2005

Pachinko

Posted by Hello


El pachinko es un tipo de máquina recretiva japonesa. Una especie de pinball puesto en vertical, con unas barras a modo de laberinto que van girando, haciendo que unas bolitas vayan rebotando moviéndose de un lado a otro. Cuando el usuario gana, se le recompensa con un puñado de estas bolas, pudiéndolas intercambiar por regalos de todo tipo, desde comida o paraguas hasta equipos de alta fidelidad o trajes tipo Guzzi o Armani. El pachinko es el único tipo de máquina tragaperras legal en Japón y está en manos de las mafias, quienes las instalan y gestionan. Este juego tiene enganchados a millones de japoneses que juegan fascinados en enormes salas.

Todo lo que se puede

Parece que todo lo que se puede hacer y pensar ya está hecho y pensado. Es lógico creer en los sosias intelectuales, físicos, con la misma experiencia, sosias para todo, pues somos muchas personas y el campo de lo posible es, aunque parezca mentira, limitado; todo lo se puede hacer se hace porque se puede hacer, luego está previsto. Y siguiendo esta reflexión, también es cierto que parece que la intención no es ser el primero en hacer o en pensar las cosas, sino sólo hacerlas o pensarlas. Por otra parte, que haya un sosia para todo, puede también hacer que uno se relaje, pues ya lo hacen todo por él. Creo no obstante, que hay una edad en la que esto no sucede, en donde no hay sosias posibles, y es cuando no pesa la vida o esta es tan rudimentaria que no trasciende a la categoría de pensamiento o experiencia, me refiero a la edad más tierna de los niños, los cuales son todos enigmáticos, hermosos interrogantes.

ladridos

Cuando me levanto, rodeado por un horizonte de ladridos y paralizado, al calcular su proximidad, me siento por primera vez en peligro, todas las mañanas me siento por primera vez en peligro, y escamoteo mi inercia valiente,-¡hacia el horizonte, que no escapen!-, y me sobreviene una funesta reflexión: -los perros ya están cerca, al andar hacia adelante sin más sólo hago que acercarme a sus fauces y mi valor ni los amedrenta ni los conmueve-.

En un horizonte de ladridos de perro, cercanos, furiosos, al amparo de los escaramujos HE ESPERADO. No busco aliento de nadie ni a nadie con quien acercarme a los perros, para unirse, no, porque los perros sólo me ladran a mí, son míos. Busco cómo acercarme hasta ellos, cómo atravesarlos, cómo superarlos y lucho para no abotargarme con sus ladridos y la noche sigue y los días siguen, y yo, parapetado tras los escaramujos, en un horizonte de ladridos de perro, me encuentro solo.

Ladridos y escaramujos y soledad durante esta reflexión sobre cómo superar los ladridos para ni caer en sus fauces ni empezar a ladrar, sin empezar a ladrar, sin que ese coro de ladridos me atormente tanto, que sucumba y participe en el maldito coro.

Bitácora anarquista de literatura, desfases, opiniones, anecdotarios, y demás adentros que se echen afuera. El Perro apoya al pueblo en cualquier acción de respuesta que por justicia ejerza. Que explote la bomba.