
Somos la inextinguible pasión que en todos late,
suplicio , al par que goce, y aliento de la vida:
nuestra deidad es Tántalo y Tántalo es el mundo,
que sufre la inefable tortura del deso.
Del libro de poemas Del dolor, de Vicente Medina, 1908
¿Lo queréis? pues disfraz: el más de moda,
de la moral y la razón afrenta.
De hoy para atrás, idiota me declaro
y abjuro ¡vive Dios! de mis ideas.
Seré, para igualarme con vosotros,
todo lo vil que os empeñais que sea:
apóstata, servil, rastrero, infame,
hipócrita, canalla, sinvergüenza...
¡seré el más despreciable de la odiosa
raza del mal que con los buenos medra!
¡Así gritaba el mísero harapiento,
del hambre en su horrorosa borrachera!
Del libro de poemas Rebelde, de Vicente Medina, 1892