martes, febrero 14, 2006

El poder de las víctimas. A las cosas por su nombre

Durante la República de Weimar, en Alemania, el partido nazi camuflaba a sus grupos paramilitares bajo las siglas de organizaciones deportivas, asociaciones culturales o patrióticas... Dicho comportamiento sigue imitándose hoy en día en todas las partes del mundo. Asociaciones de Amas de casa pueden ocultar un Think Tank, e incluso un tank puro y duro, que accione instrumentos que el partido político al que apoyan no puede accionar dentro de los modos de un estado de derecho.

En el estado español existe, es opinión del perro, una asociación de víctimas de terrorismo que encubre a un grupo ultraderechista, al partido poluar, asociación cargada de odio y rencor, y desde luego a esas víctimas no se les puede dar el timón que guíe la paz en euskadi y en españa. Sería como poner al zorro a cuidar las gallinas. La paz nunca llegaría.

Digo víctimas, pero entre estas víctimas se oculta algún verdugo y la desvergüenza es tal, que el tremendo dolor de los que sufrieron, es manipulado en beneficio de aspiraciones políticas, y esto es el colmo.

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