El espíritu de Ermua ha muerto, en cada ciudad con ayuntamiento del Pp-AVT se dieron manifestaciones a favor de la guerra y en contra del proceso de paz, donde llamaron asesinos y traidores a todos los que no pensaran como ellos. En cada una de esas ciudades Miguel Ángel Blanco recibió un tiro en la nuca, esta vez de los suyos.
En julio de 1997 la sociedad entera salió a la calle conmocionada por el atroz y cruel asesinato anunciado del joven concejal del Pp y en esas multitudinarias manifestaciones se le dijo a ETA que ya estaba bien, que bastaba ya, que dejara las armas. Ahora, cuando el proceso está más maduro que nunca para que esto suceda, los abanderados del espíritu de esas concentraciones del 97 salen a la calle a pedir más sangre, más guerra, más ETA militar, … y amenazan con sus declaraciones la viabilidad del sistema democrático no acatando la decisiones de un gobierno legítimo y llamando a sus gentes al monte.
El Pp-AVT se inmola cada vez más.
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