Bestia mustia, un poema de Jorge Rivelli

Bestia mustia

Bestia que baja
repta
se revuelca en el propio estiércol

se acomoda en comedores escolares
sale de día, de noche y duerme con vos o cualquier mortal que todavía respira

arrima la oreja a tu cerebro y listo: ¡clón! ¡clón! no el clón de las campanas,

la copia exacta de vos con espíritu de bestia Bush, Rico, Menem, Biondini y otros.

También alma mater de la revolución: rojo vino esparcido en las cloacas, en el caldo de la nona, en las tetas de María Julia, en las nalgas de Alfonsín,

en la boca fétida de la izquierda

muerta en el muro
en el muro
en el muro ¡salgan socios de la serpiente!

La bestia bebe la bruma y lágrimas de Ubaldini.

"Bajo un manto de neblinas la felicidad es un revólver ardiente".

Hay olor a baño de terminal de tren y creemos en countrys, sushi, yacuzzi,

la policía de Patti y las series de Suar.

Domingo ventidos horas: llegamos al primer mundo o todo es de primera, imagen tyc
copa con capa y un tigre de carnada.

Reality
reality show

reality

sábanas húmedas que envuelven la pantalla y flota la sociedad parada
pelada
perdida
privada
pavada
pavada.

Clikee dos veces en el ombligo de Macri y aparecerán las manos de Perón. Bestia

mustia atascada en la autopista del sol.

Clonados y sin nombre, somos números de varias cifras: Celular, tarjeta de crédito, cuit, cuil.

Call moooneyyy, ¡alííícuota! ¡alííícuota!

¿en qué idioma hablamos? Sensación térmica, riesgo país, tolerancia cero,

-cheee, bajame los mails-

-abríme el attachmen-

¡search! ¡search!

¿qué carajo decimos?
Ahora saca el diario de bolsillo y lee los problemas de celulitis en las piernas y la cabeza.

El horóscopo dice: "morirá atascado en la autopista del sol".

Alza las rodillas baja las rodillas

envía por OCA un tubo de ensayo para una próxima clonación

y se abre la ingle con una tarjeta VISA.

Oh! Salven la horca y la guillotina
salven el mate con bombilla salven la luz de los pasillos
salven el cartel de cali y la gloria de amantes clandestinos.
Bestia
bestia mustia en el sacrificio de los vasos de papel. ¡ábrete sésamo, estamos atados a tus desperdicios!

Cae un silencio lunar: la bestia duerme en la rosada, en los brazos de Alí Babá.

poema de Jorge Rivelli extraído sin su permiso de su libro "Matambre"