miércoles, mayo 01, 2013

La cueva

Mi hijo de seis años empieza a envejecer... Hace unos meses que recuerda historias y las hincha, de tal forma que alimenta el presente con un pasado alimentado. Hasta hace poco sólo vivía hacia adelante. Ahora se retuerce, se convoca a sí mismo para ponerse de ejemplo hasta caer en la (desde fuera) perplejidad de acordarse de cuando se acordó de algo que venía a cuento... empieza a morir. Es el vericueto de todas las vidas. Llega el momento de respirar aire usado e incluso perfumarlo para que parezca novedoso... La cueva, la casa de cada uno, con sus ecos.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bueno, TOny

Unknown dijo...

Muy bueno Toni

Anónimo dijo...

CABALLERO,DEJE DE HABLARLE AL SEMAFORO Y CONTINUE, POR FAVOR. Y YA NO BEBA MAS POR DIOS.
SI CAYETANO, LO QUE USTED MANDE.

Bitácora anarquista de literatura, desfases, opiniones, anecdotarios, y demás adentros que se echen afuera. El Perro apoya al pueblo en cualquier acción de respuesta que por justicia ejerza. Que explote la bomba.