sábado, noviembre 23, 2013

El semen y la primitiva Reupública de Chuletonia

La antropología estudia al hombre como especie, e intenta explicar el porqué de sus manifestaciones culturales, lingüísticas y en general la cosmovisión, de sociedades en distintas èpocas y zonas geográficas.

... Hay dos cosicas:

UNA, estudiar al hombre como especie y no como individuo, al perro le parece tan pretencioso que algunas de las teorías, apoyadas en historias de tradición oral y pruebas paleontológicas, bañadas, sin poder ser de otra manera, de etnocentrismo, resultan divertidas e interesantes historias, pero se basan en presupuestos de especie que no tiene la misma afección en cada pueblo, tribu, clan, etcétera, estudiado. Es decir son divagaciones divertidas e incluso inteligentes.

DOS, estudiar el porqué de manifestaciones sociales y culturales primitivas, cuyo conocimiento es supuesto, bajo el peso de un fuerte determinismo que indica que aquello pasó y por eso somos así, o somos así y por eso aquello debió pasar, es también pretencioso, y por eso en muchos de los estudios antropológicos, el peso de la divagación se sujeta en un argumento débil.

Dicho esto,  pongo un ejemplo:

Suponer basándose en cuatro no se qué y dos sí sé qué, que las mujeres que se quedaban embarazadas en una antigua tribu de Nueva Guinea, se ponían a fornicar como locas con todos los de la tribu porque tenían la creencia de que el feto se formaba del semen de quienes las fornicaban, siendo esta creencia promovida biológicamente para perpetuar la especie... pues no sé, quisiera primero verlo con mis ojos y en cualquier caso es un presupuesto de especie, un argumento débil... ¿Por qué se llenaban de semen?...  Vete tú a saber, si es que acaso eso era así.

Y hablando de semen, os cuento el último estudio antropológico que justifica la dimensión desproporcionada de las gónadas masculinas y femeninas de los chuletones de antiguo arraigo, los de antes de la argamasa... es más o menos como el tema de la antigua tribu de Nueva Guinea.

Resumiendo, por un problema hormonal causado por una fruta ya extinta, el embarazo de las mujeres chuletonas se alargó durante 18 meses, y durante esos 18 meses fueron buscando ser llenadas de semen continuamente, con lo que su gónada evolucionó haciéndose muy grande. Cuando aquella maldita fruta se extinguió, las mujeres quedaron con su gonadazo y las relaciones pasaron a ser monogámicas, con lo que un solo hombre tenía que llenar de semen aquel saco sin fondo, de aquí se explica que también en los hombres, y como respuesta a una necesidad biológica, su gónada creciera para albergar más semen y poder así cumplir con lo de la perpetuación de la especie. Todo esto lo apoya la existencia, ya no tan común, del apellido Gonodón-Grande, tan peculiar de nuestra hermosa patria.



No hay comentarios:

Bitácora anarquista de literatura, desfases, opiniones, anecdotarios, y demás adentros que se echen afuera. El Perro apoya al pueblo en cualquier acción de respuesta que por justicia ejerza. Que explote la bomba.