El golpe
Hace un calor que hace que las cabezas de los tornillos de las puertas de madera de los jardines se asomen porque todo se dilata. Se dilata el tiempo que se tarda en cruzar la calle, se dilata el transcurso de la respiración necesaria, todo se dilata. La luz excesiva hace borrosa cualquier visión que se trasforma en aparente por la mediación del vapor de las cosas, todo hierve. En esto estamos cuando nos enteramos de que alguien murió de un golpe de calor, -olvidamos Faluya-, el hombre del tiempo lo ha vuelto a conseguir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario