Tiempos de integrismo
Jamás hubo en las panaderías más pan integral que ahora, porque sí, son tiempos de integrismo. Cuando creíamos ganado para el hombre el librepensamiento*, (*Doctrina que reclama para la razón individual independencia absoluta de todo criterio sobrenatural), después de un siglo XX trufado de derrotas y victorias de la razón y lo razonable, empieza el siglo XXI cayendo en picado, retrocediendo hasta los albores de la Edad Media. Vuelven las cruzadas, el simplismo del mal y del bien y todo esto mezclado con el runrun de la Semana Santa, delata al occidente democrático super primer mundo, (de mayoría católica), como integrista que lucha a muerte por la intangibilidad de sus principios sobrenaturales, (y materiales y económicos), contra el bárbaro infiel, (el mundo árabe). Y en este contexto que arriba se expone llega el zalamero Zapatero, (localizamos con este nuevo dato personal el dominio del discurso en el estado español), con su bandera de "alianza de las civilizaciones", apoyando, como el mayor de los integristas y contra toda razón, la censura que la Justicia teledirigida hace a Aukera Guztiak y que le impide presentarse como opción a las elecciones vascas, pese a cumplir con todos los condicionamientos legales previstos para optar como fuerza concomitante a las elecciones. Ante esto sólo cabe una respuesta, la que en conciencia quieran tomar cada uno de los vascos a los que se les ha privado del derecho de tomar partido en la elección del próximo gobierno de su pueblo. Ante este integrismo no cabe ser sumiso con lo que los gurús del mismo deciden que es bueno o es malo. Antes muerto que sencillo, (sencillo en cuanto a bobo, se entiende).
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