La National Science Fundation, agencia federal de Estados Unidos como lo es la CIA, integrada por un grupo de científicos encabezados por Hsinchun Chen, se dedica a buscar terroristas activistas, filoterroristas, extremistas y prototerroristas en la red, para eliminarlos y garantizar que la democracia gane la batalla contra las hordas que quieren destruirla. Para ello han de dar con cualquier movimiento en la red que resulte sospechoso, trabajo inmenso. Es con el proyecto Dark web con el que inyectan sus células de espionaje por todo el entramado de comunicación de Internet. Usan para ello software avanzado, Web spidering, capaz de analizar en las distintas webs sus enlaces, sus contenidos, quiénes los crean y de analizar comparando variables, todos los archivos, multimedia o no, para determinar el grado de peligrosidad.
La National Science Fundation, para vencer el anonimato que propicia la red, ha desarrollado un programa, Writeprint, con el que se compara el modo en que el autor terrorista del web actúa con el modo en el que actúa en otros sitios “legales”, como en un catálogo en línea, teniendo una efectividad comprobada del 95%. A todo esto, el bueno de Chen, sugiere que la verdadera utilidad del sistema que ha puesto en manos de los Estados Unidos tiene un fin académico, que es comprobar los cambios sociales en línea.
Huelga decir que la administración Bush tiene un concepto de terrorismo perfilado por sus intereses económicos y su integrismo demócrata-cristiano-liberal, (es decir que para ellos yo soy un terrorista, seguro), y que esta cruzada cibernética, la Dark web, no es más que otro puñetazo ilegal de la superpotencia que se inmiscuye en los asuntos personales de los ciudadanos y evidentemente institucionales de los demás estados del mundo, tratándonos a todos como sospechosos, juzgándonos y aniquilándonos si procede, pues en pos de “la democracia” su jurisdicción no tiene límites. Sólo que este puñetazo es fatal, de KO. Y entonces qué hacer. Pues el primer paso es dar a conocer sus artimañas, a ver si aparece nuestro Chen antisistema para acabar con su Chen-Menguele-Oppeinheimer.
(Aprovecho para mandarle un saludo a la gente de la NSF y un abrazo-bomba personal para el bueno de Chen)
La National Science Fundation, para vencer el anonimato que propicia la red, ha desarrollado un programa, Writeprint, con el que se compara el modo en que el autor terrorista del web actúa con el modo en el que actúa en otros sitios “legales”, como en un catálogo en línea, teniendo una efectividad comprobada del 95%. A todo esto, el bueno de Chen, sugiere que la verdadera utilidad del sistema que ha puesto en manos de los Estados Unidos tiene un fin académico, que es comprobar los cambios sociales en línea.
Huelga decir que la administración Bush tiene un concepto de terrorismo perfilado por sus intereses económicos y su integrismo demócrata-cristiano-liberal, (es decir que para ellos yo soy un terrorista, seguro), y que esta cruzada cibernética, la Dark web, no es más que otro puñetazo ilegal de la superpotencia que se inmiscuye en los asuntos personales de los ciudadanos y evidentemente institucionales de los demás estados del mundo, tratándonos a todos como sospechosos, juzgándonos y aniquilándonos si procede, pues en pos de “la democracia” su jurisdicción no tiene límites. Sólo que este puñetazo es fatal, de KO. Y entonces qué hacer. Pues el primer paso es dar a conocer sus artimañas, a ver si aparece nuestro Chen antisistema para acabar con su Chen-Menguele-Oppeinheimer.
(Aprovecho para mandarle un saludo a la gente de la NSF y un abrazo-bomba personal para el bueno de Chen)
1 comentario:
NO SE PUEDE RAZONAR CON LOS FANATICOS, HAY QUE SER MAS FUERTE QUE ELLOS. Y RECORDAR UNA COSA QUE ME DECIA MI VIEJO: EN LA SELVA, LEON MANSO COME MIERDA. SALUD REPUBLICA.
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