Asco

El asco es una impresión desagradable causada por algo que repugna. Hoy, “el conocido libelo dirigido por un pervertido con liguero capaz de culpar al PSOE del atentado que provocó en Madrid la foto de las Azores”[1], con un estilo que nos recuerda al del nodo franquista, inyecta de forma compulsiva mediante su periódico, en las venas de muchas personas, argumentos para que estalle otra guerra en este apuntalado con sangre estado español, y lo hace azuzando con el resultado de un buen partido de fútbol a sus lectores de forma aviesa, con el fin de que corran por las calles a la caza de apátridas y patriotas de otros estados. Es sin duda una lección de cómo fomentar el odio desde un periódico digno de estudio, y aunque aconsejamos desde aquí su lectura por mero interés académico, ya apuntamos para sorprender que se pretende confundir el apoyo demostrado por miles de personas que vieron ayer vencer a la selección española, apoyo escenificado con ostentación de banderas rojigualdas, con el apoyo a la manifestación ultraderechista contra el proceso de pacificación impulsado por ETA y el gobierno convocada por la AVT-Pp, que también contaba con ostentación de banderas rojigualdas, dando a entender que las victorias de la selección son y sólo son las victorias de la AVT-Pp y que son victorias por lo tanto contra el gobierno, contra ETA y contra el proceso de pacificación; también se hace un repaso de las victorias habidas de la selección trayendo al presente ¡el gol que Marcelino marcó a Rusia!, hecho explotado por la dictadura Franquista, descafeinando con esta exaltación nacional el drama de dicha dictadura, sin dar un respiro a la razón, que son otros los tiempos y las formas.

Este avivamiento furioso del odio que este periódico practica sin ningún pudor puede que acabe con él, si el tiro le sale por la culata y le revienta los sesos, o puede que consiga lo que está buscando, guerra. No obstante, el perro, ante el uso que la extrema derecha hace de las victorias de la selección española le desea a esta lo peor, para que la extrema derecha no se regocije, y ante el apropiamiento de la bandera española que hace la extrema derecha el perro la desprecia, pues no puede representar a ellos y a nosotros a la vez.

Da asco

[1] Frase sacada de un correo electrónico de Alberto