Arzalluz, que no es de las personas a los que el perro le daría una palmadita en la espalda de reconocimiento, ayer hizo un comentario acertado sobre la persecución tremenda de la justicia hacia todo lo que pueda ser abrir pasos para realizar un proceso de paz, dijo: “nos está contagiando la línea de Bush [por la] que poniendo por delante la palabra terrorismo se cumplen miles de injusticias y de irregularidades”. Y penosamente es así, si no comulgas conmigo te llamo terrorista y te quedas sin derechos, y todo esto nos suena a caza de brujas, a macartismo puro y duro. Algún leguleyo nos dirá, escucha, el imperio de la ley está por encima de todos y no puede hacer la vista gorda porque haya un proceso de paz, o lo que es lo mismo, que quien la hace la paga,… pero ese argumento es falso, le ley no se cumple sobre todos, hay miles de ejemplos, Farruquito, De la Rosa… Por otro lado las leyes las hace el hombre y no al revés, es decir que se puede cambiar la ley empezando por suprimir la “Ley de partidos”.
Ojo, Grande Marlasca se va pero viene su mentor Super Garzón… A lo que iba, ni el rencor ni la vanidad pueden interferir en este proceso que antes de abrirse ya se pretende cerrar, (por no hablar del papelón del Pp). Mierda, el caso es que con ningún gobierno se consigue nada, esto es como lo de la selección de fútbol española, nunca se pasa de cuartos, si es que se llega. Entonces qué,… pues ¡hala!
¡a por ellos!
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